En la actualidad, no queda duda de la importancia que tiene mantener una buena alimentación y hábitos saludables. Sabemos que nuestra dieta diaria debe ser rica en carbohidratos, proteínas y grasas (los cuales llamamos “macronutrientes”),además de vitaminas y minerales (también conocidos como “micronutrientes”). Pero ¿Qué hay acerca de la ingesta de microorganismos? ¿Realmente es indeseable la presencia de microorganismos en los alimentos? Seguramente, debido a distintas circunstancias sociales y culturales, las prácticas de seguridad alimentaria han sido malinterpretadas dando origen y fuerza a esta última pregunta. Debemos ser claros, no todos los microorganismos presentes en los alimentos son patógenos o indeseables. Es importante ampliar nuestra consciencia como consumidores de alimentos y diferenciar a los microorganismos benéficos para nuestra salud (comúnmente llamados probióticos), de aquellos microorganismos patógenos que pueden estar presentes en nuestros alimentos. En este artículo te platicaremos a detalle cuales son los principales protagonistas liderando el grupo de microorganismos probióticos, además de cuales son los principales beneficios a la salud que estos nos brindan.
La presencia de microorganismos benéficos en los alimentos es de suma importancia para mantener una adecuada salud intestinal, y llegan a formar parte de lo que conocemos como microbiota intestinal. La microbiota intestinal es una comunidad microbiana compleja, con poblaciones diversas y estables alojadas en el tracto gastrointestinal desde el nacimiento. Es importante aclarar, que en la microbiota intestinal coexisten los microorganismos comensales, los microorganismos probióticos y microorganismos patógenos en un equilibrio adecuado para el funcionamiento de nuestro organismo. Podemos definir a los microorganismos comensales como aquellos que se benefician de vivir en nuestro organismo, pero no nos aportan ningún beneficio ni causan daños a la salud. Por otro lado, los probióticos se definen como microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, confieren un beneficio para la salud del huésped. Por último, entendemos por patógenos, como todos aquellos microorganismos que de estar presentes en nuestro cuerpo pueden causar cualquier tipo de enfermedad o daño a nuestra salud.
La microbiota intestinal es un ecosistema que tiene múltiples funciones antiinfecciosas, antiinflamatorias e inmunomoduladoras decisivas para mantener una adecuada homeostasis intestinal. Entre estos, la resistencia a la colonización se refiere a las interacciones antagonistas dinámicas entre los comensales y la flora patógena. Por lo tanto, las bacterias intestinales compiten por los mismos nichos y sustratos intestinales, al tiempo que liberan sustancias antimicrobianas como las bacteriocinas y cambian las condiciones ambientales. Es decir, la presencia de microorganismos benéficos en nuestro tracto gastrointestinal puede evitar y/o reducir la cantidad de microorganismos patógenos capaces de alojarse en nuestro organismo, instalándose en la microbiota intestinal. Sin embargo, es posible que nuestra alimentación y malos hábitos relacionados con la automedicación y consumo excesivo de antibióticos puedan provocar un desbalance entre las poblaciones de microorganismos (tanto benéficos como patógenos) presentes en nuestra microbiota intestinal, lo que se conoce como disbiosis intestinal. Específicamente, la disbiosis intestinal se define como un desequilibrio cualitativo y cuantitativo de las poblaciones de microorganismos en nuestro tracto gastrointestinal. Este proceso es causado principalmente por una deficiencia o ausencia total de los microorganismos benéficos y el crecimiento de patógenos.
Hasta este punto quizá te preguntes ¿Cuáles son los microorganismos probióticos que debo consumir para evitar la disbiosis intestinal? ¿En qué alimentos puedo encontrarlos? Los probióticos más utilizados actualmente pertenecen a los géneros Bifidobacterium y Lactobacillus. Los lactobacilos son el probiótico más común que se encuentra en el yogur y otros alimentos fermentados. Estos pueden ayudar a prevenir o aliviar los síntomas de diarrea, además de ayudar a las personas que padecen intolerancia a la lactosa. Por otro lado, los microorganismos de genero Bifidobacterium también se encuentran en algunos productos lácteos. Los probióticos del género Bifidobacteriumse encuentran presentes de forma natural en el intestino grueso, y ayudan a combatir a las bacterias patógenas presentes en el mismo, además de prevenir el estreñimiento y estimular el sistema inmunológico. La evidencia indica que las bifidobacterias ayudan a reducir las concentraciones intestinales de ciertas enzimas cancerígenas. Según Jeannette Hyde, terapeuta nutricional y destacada defensora productos fermentados, ell kéfir (bebida láctea que se ha fermentado con granos de kéfir)., contienen lactobacilos y bifidobacterias en dosis altas, mismos que podrían ser muy benéficos para la salud del consumidor sí se ingieren con frecuencia., además menciona que se pueden encontrar más de 50 tipos diferentes de bacterias en dicho producto. Por otra parte, para su uso en alimentos, los probióticos no solo deben ser capaces de sobrevivir a su travesía por el tracto gastrointestinal, sino que también debe tener la capacidad de crecer y multiplicarse en el intestino.
Los probióticos también pueden consumirse en forma de suplementos alimenticios, estar presentes de forma natural en algunos alimentos fermentados, o añadirse en la etapa final de su elaboración. Sin embargo, este tipo de alimentos deben de aportar evidencias que respalden la presencia de las cepas específicas del probiótico añadido, además de garantizar que la cantidad en la que se encuentran es suficiente para obtener los beneficios reportados para el mismo. Actualmente, se encuentran en curso diferentes investigaciones que buscan identificar nuevos géneros y cepas de bacterias con potencial efecto benéfico y que podrían ser considerados como probióticos. En este sentido, la bacteria Akkermansiamuciniphila (A. muciniphila), una bacteria simbiótica que coloniza la mucosa intestinal, se considera un candidato prometedor para definirse como probiótico. Se sabe que A. muciniphila tiene un valor importante para mejorar las funciones metabólicas y las respuestas inmunitarias del huésped. Además, la A. muciniphila puede ser auxiliar en el tratamiento de enfermedades como el cáncer, la obesidad y enfermedades metabólicas incluidas las enfermedades cardiovasculares, las lesiones hepáticas y la diabetes mellitus tipo II).
¿Te habías imaginado el impacto tan grande que puede tener el consumo de este tipo de microorganismos? La ciencia moderna no deja de sorprendernos, y continúa trabajando para buscar soluciones a problemas de nuestro día a día. Aunque aún queda mucho trabajo por hacer, ahora sabes la importancia de la microbiota intestinal y el papel de los microorganismos probióticos para prevenir la disbiosis intestinal. Te recomendamos te informes de los productos alimenticios más accesibles en tu ciudad, además de suplementos con probióticos reconocidos que puedas incorporar a tu dieta para obtener beneficios como los que hemos mencionado aquí. Recuerda que debes mantener una alimentación saludable rica en macro y micronutrientes, pero también rica en microorganismos probióticos que te ayuden a mantener un adecuado estado de salud.
Dr. Gustavo Velderrain, PhD
Dr. Hugo Palafox, PhD
Para más información:
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