En los últimos años, los antioxidantes se han destacado como los protectores de las células. Sabemos que estas sustancias previenen o retardan el envejecimiento celular, pero, además, ¿Sabías que son capaces de fortalecer nuestro sistema inmunológico de una manera muy efectiva y eficaz? Hoy ante la amenaza viral, diferentes grupos de expertos y organismos oficiales están recomendando insistentemente el consumo de antioxidantes, sobre todo por medio de la ingesta de vegetales y otras fuentes. Si te interesa saber el porqué de esta recomendación te invitamos a seguir leyendo…
Ciertos factores externos tales como la exposición a la luz UV, metales pesados, humo del tabaco, y ciertas características ambientales, provocan que los antioxidantes disponibles en el cuerpo se consuman más rápidamente. El exceso de radicales libres en nuestro organismo promueve el estrés oxidativo y la producción de compuestos proinflamatorios, que en conjunto impulsan la inflamación. Esto afecta a nuestras células y obstaculiza la función optima del sistema inmunológico. Por tal motivo, la estabilización de los radicales libres y la reducción de la inflamación a través de los antioxidantes es una manera de contribuir a reforzar notablemente nuestras defensas naturales.
Los antioxidantes son capaces de actuar directamente con algunas células del sistema inmunológico. Por ejemplo, la vitamina C, ayuda a producir glóbulos blancos, encargados de combatir las infecciones y las enfermedades del cuerpo. Algo de razón tenían las abuelas, las cuales toda la vida nos han aconsejado comer naranjas para resfriarnos menos. Si bien, la vitamina C no cura el resfriado, diversos estudios demuestran que esta vitamina reduce la inflamación en los pulmones, por lo que es capaz de disminuir la gravedad y la duración de las enfermedades respiratorias. Incluso, por sus propiedades antiinflamatorias, se ha sugerido como apoyo en personas con COVID-19, para mejorar la función inmunológica del cuerpo y superar más rápidamente este virus y otras infecciones. También, de manera indirecta, ayuda a reforzar nuestras defensas, ya que es capaz de regenerar a la vitamina E, otro compuesto que protege a las células del sistema inmunológico.
Un antioxidante menos conocido, pero creciendo en gran popularidad, es la astaxantina. La astaxantina es un poderoso refuerzo del sistema inmunológico-incluso más potente que la vitamina E y C- y lo podemos encontrar en algas marinas, arándanos rojos, el salmón y otros peces. La astaxantina mejora la producción de anticuerpos, aumenta la actividad de las células inmunológicas que son encargadas de defender a nuestro organismo de virus e infecciones y también ayuda a reducir los niveles de la proteína C reactiva, cuyas altas cantidades en la sangre son una señal alarmante de que existen infecciones, inflamación o ciertas enfermedades en el organismo.
Otros antioxidantes como los polifenoles (flavonoides, ácido gálico, etc.) y los carotenoides (licopeno, betacaroteno, etc.), presentes en una gran diversidad de frutas y verduras, son capaces de inhibir enzimas que provocan inflamación en el cuerpo y dañan las células del sistema inmunológico. Por lo tanto, también nos ayudan a través de la protección de las células frente al daño oxidativo.
El practicar hábitos de vida saludable como comer sano, hacer ejercicio, tomar abundante agua y mejorar la microbiota intestinal son factores que siempre favorecerán notablemente a nuestro sistema inmunológico. Sin embargo, cuando se trata de fortalecer y aumentar de manera más rápida nuestras defensas, siempre será buena idea poner cuidado y énfasis en el consumo de antioxidantes. Por lo tanto, hoy más que nunca debemos procurar en el consumo de vegetales y frutas. En el caso de los vegetales, algunas opciones muy ricas en antioxidantes son las zanahorias, brócoli, apio, calabaza, berenjena y tomate. Por parte de las frutas el grupo de las berries son el más sobresaliente, tales como fresas, arándanos, moras y similares. En general cualquier fruta o vegetal es rico en diversos antioxidantes, por lo que hay que consumirlos de forma variada y en todas sus presentaciones(frescos, cocinados y jugos de vegetales). O bien, el consumo de suplementos ricos en antioxidantes será una vía muy rápida y complementaria para promover defensas mucho más fuertes.
Dr. Hugo Palafox, PhD
Mayor información en:
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