¿Te has puesto a pensar cómo es que tu cuerpo es capaz de optimizar su energía sin importar tus hábitos alimentarios? Esto es gracias a la flexibilidad metabólica de nuestro cuerpo, esta asombrosa característica normalmente pasa desapercibida y no le damos suficiente crédito. Más importante aún, no le damos un apoyo correcto manteniendo un estilo de vida saludable. Pero no te preocupes, a nosotros nos interesa que comprendas esta gran maravilla de nuestro cuerpo, y que, al hacerlo, sepas como cuidar de esta herramienta biológica para mantenerte saludable.
Para situarnos en contexto y facilitar este nuevo aprendizaje, debemos recordar que el metabolismo es un conjunto de procesos físicos y químicos que regulan la construcción y degradación de moléculas en todos los seres vivos. Estos procesos involucran un constante intercambio de materia y energía para mantener nuestro cuerpo funcionando correctamente. En pocas palabras, este intercambio de materia y energía se realiza a través de dos procesos esenciales, el anabolismo y el catabolismo. El primero, consiste en invertir energía en la creación de moléculas complejas a partir de moléculas sencillas, mientras que el segundo, consiste en degradar una molécula compleja en moléculas más simples para obtener energía. ¿Parece sencillo? Para nuestro cuerpo lo es, pues lleva muchos años perfeccionándolo y adaptándolo al entorno para que podamos sobrevivir. Así es, el metabolismo es una característica esencial de los seres vivos, sin él, no podríamos funcionar.
Estos procesos son más comunes de lo que crees, de hecho, tu cuerpo está trabajando en ellos justo en el momento que tu estas leyendo este blog. Permítenos darte un pequeño ejemplo, mientras tú estás leyendo este interesante artículo , tu respiración se mantiene constante y silenciosa, pero, aunque no seas consciente de ello, realmente tu cuerpo está consumiendo el aire a tu alrededor para obtener oxígeno y expulsar un aire rico en dióxido de carbono. A medida que sigues leyendo, el oxígeno que consumes se transporta por todo tu cuerpo, incluso llegando a cada célula. Al mismo tiempo, ese rico desayuno que has tomado esta mañana seguro sigue en descomposición a lo largo del tracto gastrointestinal, por lo que los carbohidratos que has incluido en él seguirán desdoblándose y rompiéndose en forma de glucosa. Esto sucede gracias a un proceso catabólico en el que se utiliza el oxígeno que consumiste al inhalar para transformar la glucosa de tu desayuno en agua y dióxido de carbono (que expulsas al exhalar). Al finalizar este proceso catabólico, tu cuerpo obtiene además energía en forma de adenosín trifosfato (ATP). El ATP es la moneda de cambio, en términos de energía, dentro de nuestro cuerpo, por lo que todas las reacciones y funciones de nuestro organismo consumen y/o generan ATP. Una vez que tu cuerpo ha obtenido ese ATP a partir de tu desayuno, lo invierte en ensamblar moléculas complejas (anabolismo) a partir de aquellas moléculas simples que se obtuvieron durante el catabolismo.
Pero, ¡¿De dónde obtiene nuestro cuerpo ese ATP, si no incluimos carbohidratos en nuestra dieta?. En esta parte de la historia es donde el concepto de flexibilidad metabólica adquiere un mayor protagonismo. Para comprenderlo empezaremos por definir a la flexibilidad metabólica como la capacidad de un organismo para responder o adaptarse según los cambios en la demanda metabólica o energética, así como las condiciones o actividad predominantes. Por ello, nuestro cuerpo ha definido bien sus prioridades en cuanto a las fuentes nutricionales de las que obtiene la energía que necesita. Hoy en día sabemos que la principal fuente de energía son los carbohidratos, seguidos de las grasas y finalmente de las proteínas, solo cuando se agotan los carbohidratos y las grasas. Como mencionamos anteriormente, el oxígeno que obtenemos al respirar se utiliza para transformar la glucosa (obtenida de los carbohidratos) en agua, CO2y ATP. Es decir, si se agota la glucosa, el ATP se obtendrá de las fuentes de grasa de nuestra dieta, por lo que el oxígeno que respiras se utilizará para transformar los lípidos en ATP. De igual manera, si estas fuentes se agotan, tu cuerpo transformará en ATP, con la ayuda del oxígeno, a los aminoácidos obtenidos de las fuentes de proteína. Sin embargo, es importante considerar que las proteínas generalmente son menos eficientes para generar ATP. Además, las proteínas realizan varias funciones importantes, por lo que, si se descomponen, varios sistemas podrían fallar.
Como puedes ver, la flexibilidad metabólica se adapta a la alimentación que mantenemos en nuestro día a día. Por lo tanto, los cambios en la alimentación pueden modular la flexibilidad metabólica, y fortalecerse adoptando un estilo de vida saludable. Se ha demostrado que la flexibilidad metabólica juega un papel importante en la salud metabólica, y cuando ésta disminuye, aumenta el riesgo a padecer enfermedades como la obesidad, el síndrome metabólico, la resistencia a la insulina y la diabetes. La flexibilidad metabólica puede disminuir cuando llevamos una mala alimentación o un estilo de vida inadecuado, perjudicando nuestra salud y causando una inflexibilidad metabólica. La inflexibilidad metabólica se define como una “sobrecarga de nutrientes” o una “mayor competencia de sustrato”, lo que resulta en una falta de plasticidad durante los ajustes metabólicos. La inflexibilidad metabólica se ha asociado de manera importante a la resistencia a la insulina del hígado y del músculo esquelético. La insulina es una hormona que juega un papel importante en nuestra flexibilidad metabólica, ya que niveles elevados de esta hormona promueve la transformación de glucosa en energía, mientras que niveles reducidos promueven la transformación de grasa. En las personas con una inflexibilidad metabólica, la transformación de glucosa promovida por la insulina puede verse afectada. Por lo tanto, para mantener una flexibilidad metabólica saludable, se deben realizar cambios en el estilo de vida, como el ejercicio, la restricción calórica y la pérdida de peso, en combinación con patrones de alimentación más saludables. A veces, cambios sencillos en nuestra alimentación son suficientes para observar los beneficios. Por ejemplo, en una reciente investigación científica se observó un efecto positivo sobre la flexibilidad metabólica al reemplazar el grano refinado con productos integrales durante ocho semanas.
Los avances científicos, más allá de su comprensión, han buscado estrategias para ayudarnos a mantener y fortalecer nuestra flexibilidad metabólica. En este sentido, además de un estilo de vida y alimentación saludables, el consumo de suplementos alimenticos ha mostrado resultados muy prometedores para el fortalecimiento de la flexibilidad metabólica. Por ejemplo, la suplementación con astaxantina facilita el aumento del metabolismo de los lípidos, que es un aspecto clave para mejorar la flexibilidad metabólica. De igual manera, se ha sugerido en diversos estudios que el consumo de antioxidantes, como los polifenoles presentes en extractos vegetales, pueden tener beneficios directos e indirectos para mantener una flexibilidad metabólica saludable. Por ejemplo, se ha sugerido que el consumo de epigalocatequina galato, un polifenol presente en extractos de té verde, fortalece el metabolismo energético atribuyéndose esto a su capacidad para modular la absorción de energía a nivel celular. Otro ejemplo son los polifenoles de la soya, los cuales se ha demostrado que pueden modular el metabolismo energético mediante la estimulación de las vías de los receptores de estrógenos. Además, se ha observado que las isoflavonas de soya pueden mejorar la señalización de la insulina, aumentando la capacidad de absorción de energía celular. Teniendo en cuenta la relación entre la absorción de energía a nivel celular, la menor susceptibilidad al estrés oxidativo y el vínculo que tienen con la salud cardiovascular, la salud metabólica y el rendimiento en el ejercicio, los antioxidantes son de gran interés para el desarrollo de suplementos que pueda lograr simultáneamente estas mejoras.
Ahora ya conoces un poco sobre la flexibilidad metabólica y los beneficios a la salud que podemos obtener al fortalecerla. Te invitamos a que lleves un estilo de vida saludable, te asesores con un nutriólogo para el diseño de una dieta que se adapte a tus necesidades y que hagas un uso eficiente de suplementos alimenticios para fortalecer tu salud general.
Para más información, te invitamos a leer los siguientes artículos:
- 1. Remesar, X. y M. Alemany, Dietary Energy Partition: The Central Role of Glucose. International Journal of Molecular Sciences, 2020. 21(20): p. 7729.
- 2. San-Millán, I., Chapter 10 – Assessing metabolic flexibility and mitochondrial bioenergetics, in Clinical Bioenergetics, S. Ostojic, Editor. 2021, Academic Press. p. 245-268.
- 3. Goodpaster, B.H. y L.M. Sparks, Metabolic Flexibility in Health and Disease. Cell Metabolism, 2017. 25(5): p. 1027-1036.
- 4. Tinius, R.A., y cols., Metabolic flexibility is impaired in women who are pregnant and overweight/obese and related to insulin resistance and inflammation. Metabolism, 2020. 104: p. 154142.
- 5. Fechner, E., y cols., Effects of a whole diet approach on metabolic flexibility, insulin sensitivity and postprandial glucose responses in overweight and obese adults – A randomized controlled trial. Clinical Nutrition, 2020. 39(9): p. 2734-2742.
- 6. McCue, A., y cols., Metabolic flexibility is unimpaired during exercise in the cold following acute glucose ingestion in young healthy adults. Journal of Thermal Biology, 2021. 98: p. 102912.
- 7. Renteria, L., Impact of Astaxanthin Supplementation on Metabolic Responses to Exercise and Postprandial Oxidative Stress.