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Calcio: su importancia, mitos y realidades

Una de las tareas más divertidas para los científicos, es la de desmontar mitos y comunicar la verdad sobre temas de interés para la sociedad general. En el ámbito de los alimentos, esto se ha convertido en una práctica diaria para todos los tecnólogos de alimentos y científicos trabajando dentro de la industria alimentaria. Sin embargo, en ocasiones esta se vuelve una tarea difícil, pues la velocidad a la que fluye la información en las redes sociales facilita la propagación de mitos o “verdades a medias” sobre temas de interés relacionados con la alimentación y salud. Muchas veces, la palabra de un “influencer” de moda puede ser tomada por los jóvenes como una verdad absoluta, aun cuando el “influencer” no base su información en datos científicos sólidos, o que su finalidad sea solo vender un producto. De manera similar, los mitos y la desinformación sobre suplementos alimenticios se esparcen rápidamente por las redes, llegando a confundir a la gente sobre laforma adecuada de consumirlos. Esto limita mucho la posibilidad de obtener resultados favorables para promover una salud y nutrición responsable, y lleva a muchos a desistir de sus objetivos antes de lograrlos. En esta ocasión, nos interesa ayudarte a derrumbar los mitos acerca del consumo de un mineral en particular, el calcio.

Actualmente, es bastante fácil desmentir mitos alrededor de este micronutriente, pues cada año se publican, en revistas científicas arbitradas, más investigaciones sobre el calcio que sobre cualquier otro mineral. Este interés ha surgido a lo largo de los años debido al descubrimiento de sus diversas funciones biológicas y el efecto que causan sus deficiencias nutricionales a nivel mundial. Recientemente, ha ganado popularidad por su uso en conjunto con la vitamina D, ya que se han observado efectos sinérgicos entre estos 2 micronutrientes. Sabemos que la vitamina D juega un papel importante en el proceso de absorción de calcio a lo largo del tracto gastrointestinal, además de fortalecer la salud muscular y el sistema inmune. Y, gracias a su efecto benéfico sobre el sistema inmune, el primer mito que podemos empezar a desmentir o confirmar es el siguiente:

  1. El consumo de calcio y vitamina D son auxiliares en el tratamiento para COVID-19.(probablemente cierto)

Los niveles tanto de calcio, como de vitamina D, han sido estudiados en pacientes ingresados a cuidados intensivos. De acuerdo con un estudio realizado por Bennouar y colaboradores [1], existe una alta frecuencia de hipocalcemia e hipovitaminosis D en pacientes con COVID-19 grave lo que sugiere un posible vínculo con un mal pronóstico a corto plazo. Debemos entender por hipocalcemia a la afección en la que los niveles de calcio en sangre son bajos, y de igual manera, entender por hipovitaminosis Da una deficiencia de vitamina D. Por tanto, es posible que la corrección de la hipocalcemia, así como la suplementación con vitamina D, mejore el pronóstico vital. Te recomendamos tomar con precaución este tipo de información, pues no significa que consumir o suplementarte con calcio y vitamina D te harán inmune ante las distintas cepas del virus causante de la enfermedad de COVID-19. Sin embargo, esto son buenas noticias para aumentar las posibilidades de que los tratamientos sean más efectivos.

Por ello, ahora comprendemos porque el calcio sigue siendo uno de los micronutrientes más populares, con justa razón, y no queda duda de la importancia de su presencia en nuestra dieta. Comúnmente, solemos consumir leche o productos lácteos con la intención de prevenir deficiencias en calcio. A partir de aquí podemos seguir con un mito más y, quizá uno de los más comunes:

  1. La leche y productos lácteos son la única fuente de calcio en nuestra dieta. (FALSO)

El calcio puede ser consumido a través de una gran variedad de fuentes alimentarias como: yogur, hojas de mostaza, tofu, leche de soya fortificada, bok choy/pakchoi, frijoles blancos, brócoli, ruibarbo, batatas, semillas de sésamo, espinacas, entre otros[2, 3]. Además, este puede consumirse en forma de suplementos alimenticios, cuando no nos sea posible incorporar a nuestra dieta cualquiera de estos alimentos en las proporciones adecuadas para cumplir con nuestro requerimiento de calcio. No obstante, este mito ha aparecido debido a la tergiversación de una verdad: los productos lácteos proporcionan casi las tres cuartas partes del calcio dietético en la dieta occidental[4]. Aun y cuando los productos lácteos son alimentos que nos pueden proporcionar una mayor cantidad de calcio, es importante ser conscientes de que existen otras fuentes, siendo lo mejor adaptar a nuestra dieta a una mayor variedad de alimentos acorde a nuestros requerimientos y objetivos nutricionales. Por otro lado, si has detectado que los alimentos que hemos mencionado anteriormente no suelen entrar en tu dieta o consumo diario, es probable que tengas algún tipo de deficiencia en calcio. Lo que nos lleva directamente al tercer mito que queremos desmontar:

  1. La deficiencia de calcio genera solo problemas en el sistema óseo.(FALSO)

Esta es una verdad a medias, pues un déficit de calcio no es capaz de afectar solo a nuestros huesos. El consumo insuficiente de calcio se vincula con diversos problemas médicos de carácter crónico. Los síntomas normales de una deficiencia en calcio suelen incluir entumecimiento y hormigueo en las extremidades distales, calambres musculares, convulsiones, letargo, falta de apetito y ritmos cardíacos anormales[5]. Por otro lado, la ingesta adecuada de calcio ha demostrado muchos beneficios para la salud, como la reducción de los trastornos hipertensivos del embarazo, la disminución de la presión arterial, especialmente entre los jóvenes, la prevención de la osteoporosis y los adenomas colorrectales, la disminución de los valores de colesterol y la disminución de la presión arterial en la progenie de las madres que toman suficiente calcio durante el embarazo[6]. Quizá con esta respuesta estarás planteando en tu mente el siguiente mito:

  1. El consumo de calcio solo tiene beneficios para niños y mujeres embarazadas. (FALSO)

Como mencionamos anteriormente, el consumo de calcio puede brindar diferentes beneficios, principalmente en la prevención problemas a la salud como la osteoporosis, eventos cardiovasculares, cálculos renales, enfermedades gastrointestinales, entre otras[7]. Se ha observado que el consumo de calcio en adultos puede ayudar a reducir todos estos problemas, ya sea incluyéndolo en su dieta, o a través de suplementos alimenticios. Además, recientemente se ha observado que el calcio puede también estar involucrado en estrategias para prevenir o mitigar los daños de la obesidad. De acuerdo con el estudio realizado por Zhang y colaboradores [8], la suplementación con calcio alivia la esteatosis hepática inducida por una dieta alta en grasas, aumenta la absorción de glucosa y reduce la glucólisis, reduce el metabolismo energético celular en condiciones de mucha grasa y promueve la actividad de la lipasa. Pero, con todos estos beneficios, ¿la gente querrá consumir más calcio no?, lo que nos lleva a nuestro último mito por desmentir:

  1. El consumo de calcio en exceso genera piedras en el riñón.(FALSO)

Taylor y Curhan [9]observaron que existe una relación entre la ingesta de calcio y los niveles de oxalato en orina en un estudio transversal. Estos autores llegaron a la conclusión de que una ingesta elevada de calcio en la dieta o calcio suplementario (> 500 mg/d) podría reducir los niveles de oxalato en orina, lo que posteriormente reduciría el riesgo de formación de cálculos renales. Erróneamente, se ha sugerido que la formación de piedras renales está relacionada con una ingesta elevada de calcio, lo cual se encuentra asociado a que estas piedras están formadas principalmente de este mineral. Sin embargo, se ha observado que reducir la ingesta de calcio puede aumentar los factores litogénicos de la orina y puede conducir a la desmineralización ósea, síntomas comunes en individuos que padecen de la formación de piedras renales [10]. Por otro lado, los cálculos renales son más bien provocados por una hidratación deficiente, pobre ingesta de minerales y alto consumo de refrescos (ricos en ácido fosfórico), entre otros factores genéticos.

Como mencionamos anteriormente, desmentir los mitos relacionados al consumo o suplementación con calcio resulta fácil gracias a los constantes descubrimientos científicos que realizan los diferentes grupos de investigación alrededor del mundo. La investigación relacionada al consumo y suplementación con micronutrientes es un tema que sigue siendo de particular interés, pues de comprender bien los diferentes mecanismos involucrados, podremos diseñar estrategias cada vez más efectivas para reducir los efectos adversos del envejecimiento y, al mismo tiempo, la probabilidad de padecer enfermedades que reducen la calidad de vida de las personas. Mientras tanto, nuestro consejo es que mantengas un estilo de vida saludable, que incluyas a tu alimentación distintas fuentes de calcio, bebas agua y electrolitos y realices ejercicio regularmente. La suplementación es una estrategia que deberás definir con un especialista si tu actual dieta no es capaz de proporcionarte la cantidad suficiente para obtener la totalidad de sus beneficios. Ahora que estas mejor informado, comparte y toma acción en tu vida diaria.

Dr. Hugo Palafox, PhD
Dr. Gustavo Velderrain, PhD

Para más información:

  1. 1. Bennouar, S., y colaboradores Vitamin D Deficiency and Low Serum Calcium as Predictors of Poor Prognosis in Patients with Severe COVID-19. Journal of the American College of Nutrition, 2021. 40(2): p. 104-110.
  2. 2. Trailokya, A., y colaboradores Calcium and calcium salts. 65(2): p. 100-3.
  3. 3. Huang, F., y colaboradores Dietary calcium intake and food sources among Chinese adults in CNTCS. PLOS ONE, 2018. 13(10): p. e0205045.
  4. 4. Looker, A.C., Dietary Calcium, in Calcium in Human Health, C.M. Weaver and R.P. Heaney, Editors. 2006, Humana Press: Totowa, NJ. p. 105-127.
  5. 5. Rocha, J.P., y colaboradores Multiple Health Benefits and Minimal Risks Associated with Vegetarian Diets. Current Nutrition Reports, 2019. 8(4): p. 374-381.
  6. 6. Cormick, G. y J.M. Belizán, Calcium Intake and Health. 11(7): p. 1606.
  7. 7. Nicklas, T.A., Calcium Intake Trends and Health Consequences from Childhood through Adulthood. Journal of the American College of Nutrition, 2003. 22(5): p. 340-356.
  8. 8. Zhang, Z., y colaboradores Calcium supplementation relieves high-fat diet-induced liver steatosis by reducing energy metabolism and promoting lipolysis. The Journal of Nutritional Biochemistry, 2021. 94: p. 108645.
  9. 9. Taylor, E.N. y G.C. Curhan, Determinants of 24-hour urinary oxalate excretion. Clin J Am Soc Nephrol, 2008. 3(5): p. 1453-60.
  10. 10. Schulster, M.L. y D.S. Goldfarb, Vitamin D and Kidney Stones. Urology, 2020. 139: p. 1-7.