Durante el mes de julio se realizó una reunión de los diputados de las comisiones de Legislación General, Salud, Defensa del Consumidor e Industria en donde aprobaron el proyecto de promoción de alimentación saludable y etiquetado frontal de alimentos. De esta forma el proyecto queda en condiciones de ser abordado en el recinto.
La iniciativa, que ya fue aprobada por el Senado, busca implementar un rotulado oxagonal negro con letras blancas que alerte sobre niveles críticos en azúcar, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías en alimentos y bebidas analcohólicas. Además busca prohibir toda forma de publicidad de alimentos y bebidas analcohólicas dirigida a niños, niñas y adolescentes que contengan al menos un sello de advertencia.
En la reunión, los legisladores avalaron la redacción que aprobó el Senado en 2020 y ese será el texto que pondrán a discusión al momento de tratarlo en el recinto. Sin embargo varios legisladores manifestaron la intención de modificar el texto cuando sea debatido en el recinto.
Se prevé que, hasta el momento de votar el proyecto en el recinto, los diputados continúen llevando a cabo negociaciones internas para decidir si sancionan el proyecto con la redacción del Senado o bien incorporan modificaciones. Cabe destacar que, si modificaran la iniciativa, el articulado deberá ser estudiado nuevamente por el Senado para resolver las divergencias entre ambas versiones.
Propuestas alternativas
En la reunión de las comisiones algunos diputados presentaron redacciones alternativas del articulado. Entre las versiones puestas en debate sobresale la del diputado y presidente de la comisión de Salud Pablo Yedlin (Frente de Todos – oficialismo). Podrán acceder a su propuesta haciendo click aquí.
Yedlin consideró que “el proyecto tiene errores”. En su texto sobresale que el etiquetado se aplique solo a productos procesados y ultraprocesados, que los límites de nutrientes sean propios de Argentina y no según la Organización Panamericana de la Salud (OPS). También recomendó que los plazos de adaptación para la industria sean de 12 a 24 meses.
Mientras tanto, la diputada Carmen Polledo (PRO – oposición) también presentó una propuesta. Consideró que lo más adecuado era incorporar un etiquetado GDA (Guía Diaria de Alimentación). Según su redacción, la advertencia alimentaria sería a través de la incorporación de un semáforo con tres colores que determinen el tipo de alerta. Además, pide que la publicidad no esté regulada de ninguna manera.
Por otra parte, la diputada Carla Carrizo (UCR – oposición) también presentó un texto alternativo. Entre sus propuestas sobresale que el sello de advertencia sea aplicado solo a procesados y ultraprocesados, que se exceptúen del etiquetado a sustancias extraídas directamente de la naturaleza (como manteca o miel) y que se establezca un plazo de transición de la industria de 12 meses.