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Año Nuevo, Bacterias Nuevas: Descubre por Qué los Probióticos Serán Tus Mejores Amigos en 2024

¡Feliz 2024! Esperamos que estes teniendo un excelente inicio de año y que sigas encontrando en ALANUR un lugar para informarte sobre todo lo que tiene que ver con alimentación y suplementos9. Mientras la mayoría de nosotros nos comprometemos a propósitos de Año Nuevo que probablemente olvidaremos en febrero (como finalmente usar esa membresía del gimnasio que compramos en un arranque de optimismo), ¿qué tal si este año tomamos un camino diferente? Deja a un lado la promesa de correr un maratón y considera algo más revolucionario: mejorar tu microbiota intestinal. Sí, has leído bien. Este año, en lugar de cargar con pesas, podríamos cargar con probióticos. ¿Por qué? Porque lo último que la ciencia nos está revelando sobre estos pequeños habitantes de nuestro intestino es sorprendente. Así que, prepárate para leer una vez más sobre fascinante al mundo de los probióticos y como estos no solo mejoran tu salud intestinal, sino que podrían ser la clave para un “tú” más feliz y saludable en 2024. ¡Comencemos con la información sobre el por qué tu mejor amigo este año podría ser un probiótico!

Hablar de la microbiota intestinal no es un tema tan popular, como lo fue en 2023elhablar de la IA, de Bad Bunny peleando con la IA, de Bad Bunny destronando a Michael Jackson y convirtiéndose en el nuevo rey del pop, o de los recientes pero pegadizos jingles de corridos tumbados. Pero, créeme, en el mundo de la salud y la nutrición, la microbiota intestinal es el protagonista indiscutible de una revolución silenciosa. Esta comunidad microscópica en nuestro intestino es más que un simple conjunto de bacterias; es una orquesta sinfónica que toca la melodía de nuestro bienestar. Y aquí es donde entran los probióticos, esos virtuosos del mundo microbiano.

Los probióticos, lejos de ser solo un término de moda con jugosos clic bait en amazon o internet, son microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, confieren beneficios a nuestra salud. Son como los chefs de un restaurante gourmet en nuestro intestino, seleccionando y preparando los ingredientes para mantener un equilibrio perfecto. Esta ‘alta cocina’ microbiana no solo nos ayuda a procesar los alimentos, sino que también modula nuestra respuesta inmune, influye en nuestro metabolismo e incluso, según estudios recientes, puede jugar un papel en nuestro estado de ánimo y bienestar emocional. Así que, mientras reflexionamos sobre nuestros “propósitos de Año Nuevo” y pensamos en llevar una vida más saludable, ¿por qué no considerar a estos pequeños grandes aliados? A fin de cuentas, cuidar nuestra microbiota con la ayuda de probióticos podría ser el boleto dorado no solo para una mejor salud física, sino también para un bienestar emocional más estable. En las siguientes líneas, vamos a explorar las últimas investigaciones y descubrimientos sobre estos fascinantes microorganismos y cómo están cambiando la forma en que pensamos sobre la nutrición y la salud. Recuerda que al final del artículo te compartiremos las fuentes científicas en las que encontramos la información que te compartimos.

Veamos más de cerca el papel de los probióticos en algo que nos toca de cerca a muchos: la resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2. Aunque no es el tema de conversación más común en las reuniones familiares, resulta que estos microorganismos tienen mucho que decir al respecto. En el mundo de la investigación, donde las cosas a veces pueden ser tan claras como un caldo de cultivo, algunos estudios han arrojado luz sobre este asunto. Por ejemplo, una revisión de intervenciones en animales reveló que los probióticos pueden tener un efecto significativo en la resistencia a la insulina. Estamos hablando de mejoras en el perfil lipídico y una reducción en los marcadores inflamatorios – un poco como poner en orden la casa después de una fiesta salvaje. En los humanos, los resultados son variados, pero hay indicios de que estos microorganismos podrían ayudar a equilibrar nuestros niveles de insulina. Y si hablamos de diabetes tipo 2, los probióticos parecen tener una tarjeta de visita aún más impresionante. Un estudio en el que se realizó metaanálisis mostró que pueden reducir todo, desde el colesterol hasta la presión arterial. Así que, además de ayudar a procesar esa pizza del viernes por la noche, los probióticos también podrían ser buenos para el corazón. Los mecanismos detrás de estos efectos son tan fascinantes como un thriller de ciencia ficción. Los probióticos y prebióticos mejoran la sensibilidad a la insulina modificando la microbiota intestinal, reduciendo endotoxinas y mejorando la cosecha de energía. Reducen la inflamación y el estrés oxidativo, y los SCFA juegan un papel crucial en la regulación de la glucosa.

Los SCFA juegan un papel crucial en la regulación de la glucosa, pero para entender cómo los probióticos ejercen su influencia, debemos profundizar un poco más en su interacción con nuestra mucosa intestinal. Estos microorganismos no son meros visitantes en nuestro sistema digestivo; se adhieren a la mucosa intestinal, formando parte integral de esta barrera vital. Esta adhesión es clave para su función. Al establecerse en la mucosa, los probióticos contribuyen directamente a la fortaleza y salud de esta barrera. No es solo un muro contra patógenos, sino un ecosistema activo que regula la absorción de nutrientes y protege contra la translocación de sustancias nocivas al torrente sanguíneo. Pero la colonización de los probióticos no es un evento que debemos buscar de única ocasión y beneficios permanentes. Para mantener una microbiota saludable y una barrera mucosa eficiente, se requiere un aporte constante y regular de estos microorganismos. Este enfoque sostenido es lo que permite que los probióticos mantengan su eficacia, reforzando la barrera intestinal y sus funciones a lo largo del tiempo. Por lo tanto, el impacto de los probióticos en la regulación de nuestro metabolismo y la prevención de trastornos como la diabetes tipo 2 se basa en esta relación continua y dinámica con nuestra mucosa intestinal. Al influir en la composición de la microbiota y fortalecer las defensas del intestino, los probióticos juegan un papel esencial en la gestión de la resistencia a la insulina y en el control general de nuestra salud metabólica.

Avanzando en nuestra exploración de los probióticos, nos encontramos hallazgos recientes que nos sigue volando la cabeza: su impacto en la salud mental y en el manejo de enfermedades autoinmunes y alergias. Es como si los probióticos nos hubieran estado ocultando una serie de habilidades que podrían incluso parecer superpoderes a favor de nuestra salud. Por ejemplo, en Japón, se ha descubierto recientemente que el probiótico Clostridiumbutyricum MIYAIRI 588, en combinación con antidepresivos, ha demostrado ser efectivo en el tratamiento de la depresión. Mientras tanto, en Nueva Zelanda, Lactobacillusrhamnosus HN001 se utilizó en mujeres posparto, revelando una reducción significativa en los síntomas de depresión y ansiedad. De igual manera, en Irán, una combinación de Lactobacillusacidophilus, L. caseiy Bifidobacteriumbifidum mostró una disminución notable en los síntomas de depresión en pacientes con trastorno depresivo mayor. Estos estudios abren una ventana fascinante a cómo ciertas cepas probióticas podrían ser aliadas en el tratamiento de trastornos del ánimo, aunque todavía estamos en las primeras etapas de comprender su potencial completo.

En cuanto a las enfermedades autoinmunes y alergias, los probióticos también están demostrando tener un papel importante. Se ha observado que pueden influir en la composición del microbioma intestinal, que está estrechamente vinculado al desarrollo del sistema inmunológico. Esto podría ser clave en la prevención o tratamiento de enfermedades alérgicas como la rinitis alérgica, el asma, la dermatitis atópica y las alergias alimentarias. Por ejemplo, un estudio en niños con alergia a la leche de vaca mostró mejoría en los síntomas gastrointestinales cuando se trataban con Bifidobacteriumanimalissubsp. lactis BB-12 y Streptococcusthermophilus TH-4. En la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), un campo que siempre está buscando nuevas estrategias de tratamiento, los probióticos, prebióticos y simbióticos están siendo considerados para restaurar la microflora intestinal y reducir la inflamación. Un probiótico multicepa, VSL#3, ha mostrado ser efectivo en la reducción de la actividad de la reservoritis en la colitis ulcerosa, aunque aún se requieren más estudios para confirmar estos efectos. Claramente, estamos solo arañando la superficie de lo que los probióticos pueden hacer por nuestra salud. Aunque los resultados son variados y dependen de la cepa específica utilizada, es evidente que su potencial es enorme. Sin embargo, es crucial continuar con la investigación en estos campos para establecer recomendaciones más concretas y comprender mejor el rol y la eficacia de los probióticos en estas importantes áreas de la salud.

Para concluir, la diversidad y especificidad de las cepas probióticas es un recordatorio de que estos microorganismos juegan un papel variado y vital en nuestra salud. Desde Bifidobacteriumbifidum Bb-02, eficaz contra infecciones gastrointestinales, hasta Lactobacillusacidophilus NCFM, que ayuda a aliviar el dolor abdominal y restaurar la flora intestinal, cada cepa tiene su función única. Incluso Saccharomycesboulardii CNCM I-745 se destaca por su capacidad para combatir la diarrea asociada a antibióticos. Es importante señalar que, aunque cada cepa probiótica ofrece beneficios específicos, el consumo de probióticos en general es beneficioso para todos. Estos microorganismos no solo son aliados para quienes tienen ciertas condiciones de salud, sino también para aquellos que buscan mantener y mejorar su salud general. Incluir probióticos en nuestra dieta diaria, a través de alimentos como el yogur o suplementos, es una estrategia efectiva para promover una buena salud intestinal y, por ende, un bienestar general. Estos hallazgos subrayan la importancia de elegir la cepa correcta para maximizar los beneficios, pero también refuerzan la idea de que los probióticos son para todos. A medida que la ciencia avanza, seguimos descubriendo más sobre cómo estos microorganismos pueden influir positivamente en nuestra salud.

Mantenerse informado es clave para aprovechar al máximo los beneficios de los probióticos y para tomar decisiones saludables en nuestra vida diaria. Para aquellos interesados en comenzar el 2024 con su mejor versión, pueden considerar explorar más sobre los probióticos y cómo pueden enriquecer su salud, los animamos a revisar las siguientes referencias de estudios científicos, para poder conocer más a fondo las investigaciones de las que hemos hablado en este artículo.

  1. Salles, B. I. M., Cioffi, D., & Ferreira, S. R. G. (2020). Probiotics supplementation and insulin resistance: A systematic review. Diabetology&metabolicsyndrome, 12, 1-24.
  2. Kocsis, T., Molnár, B., Németh, D., Hegyi, P., Szakács, Z., Bálint, A., … & Solymar, M. (2020). Probiotics have beneficial metabolic effects in patients with type 2 diabetes mellitus: a meta-analysis of randomized clinical trials. Scientific reports, 10(1), 11787.
  3. Kim, Y. A., Keogh, J. B., & Clifton, P. M. (2018). Probiotics, prebiotics, synbiotics and insulin sensitivity. Nutrition research reviews, 31(1), 35-51.
  4. Martínez Pizarro, S. (2022). Probióticos en el tratamiento de la depresión. Revista Colombiana de Psiquiatría, 51(1), 6-7.
  5. Crovesy, L., Gonçalves, D. C., & Trigo, E. L. (2017). Probióticos en el tratamiento de alergias: una revisión. Revista Española de Nutrición Humana y Dietética, 21(3), 293-299.
  6. Olveira, G., & González-Molero, I. (2016). Actualización de probióticos, prebióticos y simbióticos en nutrición clínica. Endocrinología y nutrición, 63(9), 482-494.
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  9. Sharma, H., & Bajwa, J. (2022). Approach of probiotics in mental health as a psychobiotics. Archives of Microbiology, 204(1), 30.
  10. Eslami, M., Bahar, A., Keikha, M., Karbalaei, M., Kobyliak, N. M., &Yousefi, B. (2020). Probiotics function and modulation of the immune system in allergic diseases. Allergologia et Immunopathologia, 48(6), 771-788.