Hace un par de días fuimos testigos de la polémica entrega de la 93.ª edición de los Premios Óscar, y desde entonces la atención de todo el mundo se centró en dicho evento durante días. Se ha hablado más de lo sucedido en los Óscar, de la reacción impulsiva de Will Smith y del humor irreverente de Chris Rock que de cualquier otra crisis de la actualidad. Entre estas crisis en el olvido, está una que solemos ignorar por el largo tiempo que hemos convivido y sobrevivido a esta misma. Estamos hablando de la deficiencia de micronutrientes, la cual afecta a alrededor de 2 billones de personas a nivel mundial. Si bien sabemos que las deficiencias pegan mas duro que Will Smith, al igual que Chris Rock a tremenda bofetada, no las vemos venir hasta que las sufrimos de golpe.
Curiosamente, existen micronutrientes de los cuales surge una polémica totalmente opuesta a la deficiencia, principalmente en personas con afecciones o problemas a la salud preexistentes. Se habla tanto de lo malísimo que es su exceso, que olvidamos de las ventajas que tienen en un consumo adecuado. Ejemplo de esto es el caso del sodio, el cual seguro consumes diariamente bajo su nombre popular “sal común” o “sal de mesa”, pero que en realidad no son lo mismo. El nombre real de la sal de mesa es cloruro de sodio, y está formada por un 60% de cloruro y 40% sodio, siendo ambos minerales que ayudan a controlar la cantidad de líquidos y el equilibrio ácido-base en el cuerpo. No obstante, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que la ingesta de sodio en la dieta de los adultos sea inferior a 2 gramos de sodio al día (equivalente a 5 gramos de sal).Sin embargo, la OMS estima que la ingesta media mundial es de al menos 4 g/día, y que posiblemente llegue a ser una ingesta al doble a la recomendada en el 99% de la población mundial1. Los altos niveles de ingesta de sodio están relacionados tanto a los conjuntos de los rasgos genéticos que nos dan una preferencia gustativa por los alimentos que contienen sodio, como al mercado internacional de alimentos que nos proporciona un fácil acceso al sodio. Esto se debe a que, además, por su abundancia la sal es un condimento que continúa utilizándose como un medio de bajo costo para mejorar la palatabilidad de los productos alimenticios básicos.
Pero entonces, ¿Es el consumo de sodio malo para nuestra salud? La respuesta podría ser más polémica que los eventos ocurridos en la entrega de los Óscar pues, aunque el sodio es esencial para la regulación de nuestra presión sanguínea, el alto consumo de cloruro de sodio si está asociado a un aumento en la presión arterial, que es la principal causa de accidentes cerebrovasculares y enfermedad cardiovascular. Sin embargo, esto no quiere decir que el sodio sea malo para nuestro organismo, lo malo son los excesos, así como el exceso de carbohidratos y grasas lleva la obesidad. Pues bien, con el sodio pasa exactamente lo mismo pues al ser un mineral que potencia el sabor de nuestros alimentos, es fácil que solamos abusar de su consumo sin ser conscientes de ello. Aun así, como lo mencionábamos, el consumo de sodio no es malo, todo lo contrario, debe formar parte de los micronutrientes en nuestra dieta pues controla la cantidad extracelular de líquido en el cuerpo y es necesario para la hidratación, además de estimular los músculos y nervios de nuestro organismo. Por si esto te pareciera poco, el sodio participa en diferentes eventos críticos en una serie de procesos que sustentan la vida, como lo son: mantenimiento de potencial de membranas celulares; Absorción y transporte de nutrientes; Mantenimiento del volumen y presión sanguíneos2.
Sin embargo, aun cuando no suele suceder por su abundante uso en diferentes productos alimenticios, además de que es poco probable en personas sanas, la deficiencia de sodio es bastante común en la práctica clínica. Esta deficiencia es conocida como hiponatremia, y suele ser la deficiencia más sub-diagnosticada. Debido a que la hiponatremia es solo un signo tardío de deficiencia de sodio, podría subestimarse la deficiencia desodionormonatrémica (concentración normal de sodio en plasma), pero también puede verse influenciada por el estado de hidratación. Además, las asociaciones de osteoporosis y fracturas óseas con hiponatremia son teóricamente plausibles, tienen base experimental, son fuertes, están relacionadas con la dosis y están respaldadas por estudios epidemiológicos y radiográficos en múltiples países. Esta deficiencia es grave, y debe procurar eliminarse de inmediato, ya que una adaptación de nuestro organismo a esta deficiencia se asocia a efectos adversos a la salud. Según estudios científicos, las adaptaciones del corazón, los huesos, el cerebro y (posiblemente) el sistema inmunitario a la hiponatremia sostenida de leve a moderada puede afectar negativamente su función y, potencialmente, la supervivencia del organismo. Así que, como podrás ver, un exceso de sodio es malo para nuestra salud, pero una deficiencia del mismo podría incluso ser fatal.
Pero entonces, ¿Existe la suplementación con sodio? ¿Quiénes la utilizan? Pues bien, la realidad es que la suplementación con sodio suele ser más común en atletas de alto rendimiento. Por ejemplo, según un estudio que reporta una búsqueda sistemática de literatura en la base de datos electrónica de PubMed, se encontró que la respuesta a una suplementación con bicarbonato de sodio (NaHCO3)puede ser específica de género y la suplementación progresiva de dosis bajas de NaHCO3 permite el fortalecimiento ventajoso del rendimiento específico de la lucha libre en los hombres3. En otro estudio, se encontró evidencia de que cuando se hace ejercicio a altas temperaturas, una bebida con una dosis alta de sodio ingerida antes del ejercicio puede mejorar la tolerancia al ejercicio4. Como último ejemplo, en otro estudio se observó que la suplementación con NaHCO3 tanto crónica como aguda apoya positivamente el rendimiento específico de la disciplina entre los atletas de hockey sobre césped. Además, el protocolo crónico apoyó los índices de potencia anaeróbica antes de la aparición de la fatiga inducida por el ejercicio, pero no tuvo un impacto significativo después. Para la tranquilidad de los atletas que utilizan este suplemento, también se ha observado en estudios que el consumo de este suplemento no positivo para los atletas no provoca molestias en el tracto gastrointestinal.
Por tanto, la intención de este articulo que te compartimos el día de hoy, es que “el mucho” o “poco” de un micronutriente depende mucho del contexto en el que platicamos. Aunque existen dosis recomendadas para su ingesta tanto en alimentos como en suplementos, la cantidad puede variar en función de nuestro estilo de vida y la demanda energética de nuestro cuerpo. Queremos que comprendas que ningún extremo es saludable, ni por encima ni por debajo de lo recomendado por la evidencia científica y los organismos internacionales de salud como la OMS. Quédate tranquilo que al haber leído este artículo estas ahora un poco más informado, te mereces una recompensa, prepárate unas palomitas bajas en cloruro de sodio y disfruta de algunas de las películas ganadoras de los premios Oscar, que debieron ser las verdaderas protagonistas esa noche.
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Para más información sobre el sodio, te invitamos a leer algunas de estas publicaciones:
- Stock JM, Chelimsky G, Edwards DG, Farquhar WB. Dietary sodium and health: How much is too much for those with orthostatic disorders? Autonomic Neuroscience. 2022 2022/03/01/;238:102947.
- Morakinyo AO, Samuel TA, Adegoke OAJAJoBR. Mineral composition of commonly consumed local foods in Nigeria. 2016;19(2):141-7.
- Hadzic M, Eckstein ML, Schugardt M. The Impact of Sodium Bicarbonate on Performance in Response to Exercise Duration in Athletes: A Systematic Review. J Sports Sci Med. 2019;18(2):271-81. PubMed PMID: 31191097. eng.
- Heffernan SM, Horner K, De Vito G, Conway GE. The Role of Mineral and Trace Element Supplementation in Exercise and Athletic Performance: A Systematic Review. 2019;11(3):696. PubMed PMID: doi:10.3390/nu11030696.
- Gupta Y. Hyponatremia: A case study with homoeopathic treatment.
- Ragone L, Guilherme Vieira J, Camaroti Laterza M, Leitão L, da Silva Novaes J, Macedo Vianna J, y cols. Acute Effect of Sodium Bicarbonate Supplementation on Symptoms of Gastrointestinal Discomfort, Acid‐Base Balance, and Performance of Jiu‐Jitsu Athletes. Journal of Human Kinetics. 2020;75(1):85-93.
- Gankam Kengne F, Decaux G. Hyponatremia and the Brain. Kidney International Reports. 2018 2018/01/01/;3(1):24-35.
- Verbalis JG, Peri A, Thompson CJ. Future of hyponatremia research. Disorders of Fluid and Electrolyte Metabolism. 52: Karger Publishers; 2019. p. 200-3.
- Rafiq MFAJA, Pain, Care I. Hyponatremia still remains largely undiagnosed and untreated. 2019:1-3.
- Jahan Sardar MA, Nadeem M, Khan MI, Qamash T, Farooq G. Correlation of Serum Sodium Level with Severity of Hepatic Encephalopathy.