Los “productos milagro” han causado confusión entre la población y algunos se han aprovechado de la pandemia.
A lo largo de la pandemia de COVID-19, las dudas acerca de cómo protegerse de la enfermedad han sido un tema relevante para la población y derivado de esto hay quienes podrían hallar una respuesta en los suplementos alimenticios; sin embargo, estos productos no constituyen una forma eficaz de deshacerse de la enfermedad o mitigar el riesgo de contraerla.
De acuerdo con el doctor en Ciencias de Alimentos, Hugo Palafox, los suplementos alimenticios deben distinguirse de otros productos, como los medicamentos o los remedios herbolarios, pues “su función es la de complementar la nutrición diaria, por lo que no tienen el objetivo de curar o prevenir una enfermedad”.
Más bien, su funcionamiento se basa en que hacen la entrega de los nutrientes de manera eficaz y práctica en aquellas personas que requieren compensar las deficiencias alimentarias producidas por malos hábitos, restricciones en su dieta o situaciones médicas específicas que le generan dichos problemas.
“Hoy la realidad es que las personas no tienen suficiente ingesta de una nutrición en general y de ciertos nutrientes en particular. Entonces es ahí donde el suplemento se vuelve una herramienta legítima cuando buscamos fortalecer nuestro organismo”, comentó.
Por lo tanto, los suplementos, al complementar la alimentación y otras conductas favorables, como hacer ejercicio diariamente, pueden ayudar a que una persona enfrente de mejor manera las enfermedades, incluida la provocada por el virus SARS-CoV-2, pero no tienen un propósito farmacológico, por lo que no las elimina ni las previene.
Cabe decir que si bien estos productos no son medicamentos y no es necesario que un doctor los recomiende o recete para su consumo, los expertos señalan que es importante tener la orientación de un especialista antes de ingerirlos para hacerlo con el menor riesgo posible.
En este sentido, el contexto de la pandemia de coronavirus es relevante, pues según la Alianza Latinoamericana de Nutrición Responsable (Alanur), en toda la región se ha notado un incremento de las personas interesadas en buscar suplementos alimenticios, con el fin de fortalecer su sistema inmunológico, lo cual es aprovechado por algunas marcas para vender sus productos con base en falsas promesas.
Respecto a esto, Palafox mencionó que es importante llevar a cabo una investigación, por lo menos superficial, de los vendedores, pues en la gran mayoría de las ocasiones, las empresas que realizan este tipo de acciones son de nueva creación, “no están acorde a las regulaciones y no llevan los controles estrictos de control de calidad y sustento científico”.
Asimismo, desde la Alanur destacaron que es relevante estar al pendiente de las recomendaciones que emiten las autoridades sanitarias globales, así como las de cada país, para contrastar con la que aparece en redes sociales o medios de comunicación, pues en ocasiones, aun cuando se trate de información científica, puede no ser concluyente.
Un ejemplo de esto es el uso de la vitamina D, de la cual se habló en recientes días debido a que un estudio español publicado en el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism sugirió que la falta de este nutriente podría ser un factor común entre las personas con un cuadro más grave de coronavirus que requieren hospitalización.
Sin embargo, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, respondió que esta vitamina no tiene efectos para prevenir o contrarrestar el coronavirus (COVID-19), a pesar de lo señalado por las investigaciones.
De acuerdo al funcionario, aún no hay fundamentos que avale el uso de la vitamina D, también conocida como calciferol, como un tratamiento útil contra el virus SARS-CoV-2, pues participa en el metabolismo del organismo, a través de la absorción del calcio.
“Se ha pensado que la inmunidad necesaria para resistir o modular la afección que puede ocurrir por el virus SARS-CoV-2, pudiera ser beneficiada por la vitamina D; sin embargo, hasta el momento, consideramos que no existe suficiente evidencia que sea consistente”, explicó durante la conferencia de prensa del 31 de octubre.
Cabe mencionar que existen especialistas, como el infectólogo Alejandro Macías, encargado de conducir la comunicación oficial durante la crisis de influenza A H1N1, que tienen una opinión distinta respecto al uso de suplementos alimenticios, ya que, más bien, son partidarios de cuidar la salud de manera cotidiana.
Durante un video que publicó en su cuenta de Facebook, concluyó lo siguiente: “Hay que mantener buenas costumbres de higiene, hacer ejercicio, mantenernos en buenas condiciones físicas, el que tenga adicciones, pues procure dejar de hacerlo, para que si esta infección llega, nos ataque en las mejores condiciones físicas posibles para que podamos responder y no se nos complique”.
Publicado por: Infobae