Por considerarlo de su interés les comentamos que la Comisión del Codex Alimentarius concluyó su 47.ª sesión en Ginebra, Suiza. Durante la reunión se aprobaron, entre otros temas, nuevas disposiciones sobre el etiquetado de alérgenos, recomendaciones para el etiquetado de alimentos vendidos en línea y directrices sobre el uso de tecnología en el etiquetado de alimentos. Aunque no son vinculantes, con su adopción estos documentos serán publicados oficialmente como textos del Codex Alimentarius, convirtiéndose así en un modelo regulatorio avalado para su implementación en los países miembros.
El documento sobre el etiquetado de alérgenos establece la declaración obligatoria de ingredientes que puedan causar alergias o celiaquía, como el gluten, frutos secos y lácteos, utilizando nombres específicos y formatos visuales destacados. También promueve el uso de directrices visuales mediante formatos contrastantes y declaraciones separadas, como una lista “Contiene” para identificar alérgenos, y contempla excepciones como en el caso de pequeños envases. Además, se especifica que cualquier tecnología complementaria utilizada debe respaldar, y no reemplazar, la etiqueta física.
Por su parte, las recomendaciones para el etiquetado de alimentos vendidos en línea buscan garantizar que los consumidores accedan a la misma información disponible en las etiquetas físicas antes de realizar una compra online. Estas normas aplican tanto a información obligatoria como voluntaria, incluyendo ingredientes, datos nutricionales y fechas de caducidad, que deben presentarse de manera clara, accesible y gratuita. También se incluye la recomendación de advertir a los consumidores sobre la importancia de verificar las etiquetas físicas antes del consumo, prohibiendo exenciones para pequeños envases salvo circunstancias específicas.
Finalmente, las directrices sobre el uso de tecnología para el etiquetado de alimentos ofrecen pautas para proporcionar información alimentaria mediante medios electrónicos o digitales, como sitios web y aplicaciones móviles. Se enfatiza que esta información debe ser fácilmente accesible durante la compra y uso del producto, siempre que exista infraestructura tecnológica adecuada y acceso generalizado. Sin embargo, aspectos como el nombre del alimento, datos de seguridad y nutrición no deben depender exclusivamente de medios tecnológicos, debiendo estar disponibles en el envase del producto.